miércoles, 21 de octubre de 2015

¿ Cordura o locura ?

Si buscamos en el diccionario la definición de locura nos salen cuatro posibles definiciones, en cambio, de cordura nos sale sólo una posible definición:


Locura: 
1.     Privación del juicio del uso de la razón.
2.     Acción inconsiderada de o gran desacierto.
3.     Acción que, por su carácter anómalo, causa sorpresa
4.     Exaltación del ánimo o de los ánimos producida por algún afecto u otro incentivo.

Cordura:
1.     Prudencia, sensatez, buen juicio.


Por lo tanto, decimos cordura, a una manera de manejarnos en el mundo, en el cual predominan los pensamientos racionales y el sentido común. Durante los últimos siglos a raíz del fuerte empuje del racionalismo en la cultura occidental, la cordura ha sido considerada como sinónimo de salud.

Se pueden distinguir dos tipos de cordura:

1.     La cordura sana:
La cordura sana resulta necesaria para integrarnos socialmente. Es la responsable de aquello que comúnmente llamamos normalidad. Sin cordura nos sería imposible establecer vínculos sanos con los demás y con mucha razón, seriamos calificados de anormales.
Ahora bien, cordura no es sinónimo de sabiduría.

2.     La cordura insana:
La cordura insana nos provoca angustia, miedo y sobre todo nos hace peores personas. Hoy por hoy, la mayor parte de los trastornos psicológicos a los que nos enfrentamos, son trastornos del consciente, es decir, pertenecientes al reino de la cordura.

Y si de cordura hay dos tipos así mismo tenemos dos tipos de locura:

1.     La locura sana:
El amor, la fe, las ganas de vivir con alegría, y el sentimiento lleno de esperanza en este mundo tan lleno de problemas son realidades humanas, absolutamente saludables pero, a su vez, completa y totalmente alejadas de la razón.
2.     La locura insana:
Sin embargo, no todo puede ser explicado como acto de belleza o proceso espiritual. La locura también puede resultar insana, llegando a ser casi tan peligrosa como la cordura insana.


En definitiva, con este escrito he pretendido hacer una pequeña crítica al tradicional concepto de cordura y locura tratando de desmitificar las luces y las sombras que se ciernen alrededor de ellos, ya que, en todos los casos de cordura tiene que haber un poco de locura y en todos los casos de locura tiene que haber un poco de cordura.



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